Muchas veces he oído decir a la gente cuando tenga dinero seré feliz, o cuando me asciendan en el trabajo o cuando conozca a la persona ideal y tantas otras frases similares.
Habría que preguntarle a las personas que obtuvieron dinero, o un ascenso o encontraron esa persona especial, si han logrado la felicidad plena y duradera.
Seguramente se han sentido felices al alcanzar las metas propuestas, pero luego de pasado ese momento de éxito, por así llamarlo, que si bien es merecido por el esfuerzo que se ha puesto en ello, a lo largo del tiempo esa felicidad se mantuvo, creció, o encontramos que al final esta el sufrimiento.
Si bien es cierto, que los momentos producen un estado de felicidad, escuchar una bella canción o mirar el movimiento de las olas del mar los hacen felices. Es una felicidad que dura un instante. No se esta diciendo que no sea válido, lo es para toda actividad placentera. Lo concreto que esos momentos mueren en un instante.
Lo interesante es que esa felicidad que nace, por pequeña que sea continúe en el tiempo, se acreciente, aumente en potencia. Esto puede ser posible si esta guiado por un sentido real de la vida, no por momentos que duran instantes y se desvanecen como las olas del mar. Son momentos bellos pero, no es en ello donde se puede basar la vida. Tampoco en el dinero, o en un ascenso o en una persona ideal. Esto es poner el control de la felicidad en lo externo. La felicidad debe estar puesta dentro, es el sentido que se le da a la vida.
Para aprender a comparar momentos, basta detenerse a atender si los buenos momentos actuales son inferiores a los de otra época, algo anda mal. Si son mejores, estas bien orientado.
También hay que comparar los aspectos negativos. Si los malos momentos actuales, son peores que los malos momentos de otra época, entonces algo falla. Si esos malos momentos, de todas maneras no me afectan como en otras épocas, es que se esta avanzando, se esta creciendo internamente.
Para aprender a comparar momentos, basta detenerse a atender si los buenos momentos actuales son inferiores a los de otra época, algo anda mal. Si son mejores, estas bien orientado.
También hay que comparar los aspectos negativos. Si los malos momentos actuales, son peores que los malos momentos de otra época, entonces algo falla. Si esos malos momentos, de todas maneras no me afectan como en otras épocas, es que se esta avanzando, se esta creciendo internamente.
A medida que un nuevo sentido orienta la propia vida, la comparación con momentos anteriores positivos y negativos, deja un saldo favorable.
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