Al buscar a la persona indicada se definen ciertas características en torno a ese ideal, su personalidad, rasgos físicos, profesión, modo de moverse en el mundo. Sobre estas bases también se fija el tipo de relación que se desea establecer, llámese libre, abierta, sostenida en el tiempo, es decir, el grado de compromiso dispuesto a asumir.
Más allá de las formas de llamarla, lo importante es tener claro el tipo de relación que se busca y si ambos quieren lo mismo. Una relación donde sólo una parte esta dispuesta al compromiso de una vida con proyectos compartidos, con futuros por crear, claramente no se está frente a esa persona indicada, los dos no quieren lo mismo.
Comienzan las disputas, los acercamientos y los distanciamientos, tornándose en un foco de relación tóxica, tan nociva como los efectos que producen las drogas y que a pesar de estar conscientes de la situación negativa en que se vive se continúa aferrado a este tipo de relación destructiva.
Preguntarse si se tiene claro qué es lo que se quiere, para sí y para el otro, es el primer paso para responder si es útil continuar viviendo una situación sufriente. Es válido el sufrimiento?
Poner distancia definitiva. Darse cuenta que para ser feliz, en principio, es necesario ser feliz uno consigo mismo, que lo que se busca afuera es lo que esta adentro, si te sientes completo encontrarás ese tipo de personas. Comienza a sanar, ten en cuenta tus virtudes, tu capacidades, eleva tu potencial. Cree en ti.
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