miércoles, 26 de octubre de 2016

Reconciliarse significa tratarse bien.




En situaciones difíciles puedes asumir distintas posturas, "me molesta esto que me sucede, hago todo para que no se vea, busco culpables" o bien, puedes reconocer que eres parte de una situación, de un problema que no has elegido.






En general, en estas situaciones se manifiesta la parte que no nos gusta de nosotros mismos, la parte negativa. Es allí cuando surge la problemática, cuando se entra en lucha y discusión con esa parte negativa. Esto genera violencia interna y comportamientos que luego producen un mal sabor.

¿Qué se puede hacer entonces ?

Es necesario reconocer al "enemigo interno", observarlo y reconciliarse con uno mismo.

Aceptar que forma parte de cada uno, lo negativo como lo positivo. Se es mucho más que los problemas personales.

Observar al enemigo interno no significa enjuiciarse, sino reconocer que es una dificultad en ese momento, que te quita fuerza y Fe en ti y en las demás personas. 

Si puedes verlo así la dificultad se reduce a su verdadera dimensión, retrocede, pierde el dramatismo que tu mismo le has puesto.

Reconciliarse significa tratarse bien, 
no estar en guerra contigo.

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