Guía para la Relajación externa.

A veces, ocurre que hay situaciones o recuerdos que producen tensión. 

Bien, atenderemos a esta cuestión para relajar esos puntos mediante el relax externo.

Lo primero es cerrar los ojos, observarse, detectar cuáles son los puntos tensos, la cabeza, el cuello, los hombros .... 

Donde se detecte la tensión hay que apretar, tensar más y luego soltar de golpe. Contrariamente a lo que comúnmente se hace. Con esta técnica relajamos los músculos tensándolos aun más para luego aflojar. Se va desde la cabeza hasta los pies, simétricamente, observando las tensiones, apretando y aflojando, en ese orden.

Lo importante es relajar los músculos faciales, cuello, nuca y tronco en general, siendo secundario el relax en brazos y piernas, ya que si esta distendido todo el resto por añadidura se aflojaran estos últimos.

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