lunes, 14 de noviembre de 2016

Superar la dependencia emocional.

La dependencia emocional se refleja en un enganche muy fuerte con la otra persona, a tal punto que el afectado siente la necesidad del reconocimiento permanente del otro, anteponiendo sus
necesidades y ambiciones a la suya propia.

Es un constante ir y venir para lograr su aceptación y sentir que se es querido. Se encuentra sumergido en el miedo a la soledad, ve su vida imposible sin una pareja.

El dependiente emocional fija su atención en parejas con determinadas características, personas dominantes, de carácter fuerte, más bien egoístas y egocéntricas, desconsideradas, posesivas e incluso déspotas, capaces de llegar al maltrato físico y/o psicológico,  a las que idealizan en extremo. Se vive por y para la pareja, a pesar de reconocer esta situación continúa adelante pues no puede cortar, es como una adicción.

El afectado hace mil maniobras y estrategias para que la relación funcione, para sentir que lo completa y ser feliz. La media naranja de algún modo debe tener encaje para ser naranja entera. Igual la relación no funciona, pues en la búsqueda del encaje sólo se intenta poner parches para cubrir las propias carencias producidas por una baja autoestima.

Si no se curan estas carencias el ciclo se repetirá cada vez que se inicie una nueva experiencia, y peor aún, con mayor grado de sufrimiento. La rueda incrementará esa situación de no integrarse correctamente las dificultades que llevan al dependiente a elegir este tipo de relaciones.

Un comienzo sano es reconocer que la felicidad está dentro de cada uno, comprendiendo esto se dejará de buscar afuera y se iniciará el camino de la verdadera felicidad. Se dará lugar al nacimiento de un período de armonización interna produciendo un cambio significativo en la vida, como es el amarse a sí mismo para poder amar a otros.

Trabajar con la autoestima, reconocerse y escucharse, aprender a poner límites, aceptarse con las carencias y virtudes, tratarse amablemente, eliminar las culpas, estar atento con el diálogo interno, qué pienso, qué me digo, preguntarse quién soy, hacia dónde voy. Responderse quién eres, hacia dónde vas. Los pensamientos atraen eso mismo que se piensa. 


Piénsate completo y feliz, atraerás ese tipo de personas a tu vida.

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