viernes, 11 de noviembre de 2016

El Principio de solidaridad.



Cuando trata a los demás como quieres que te traten, te liberas.

















Este principio es de grandes consecuencias porque lleva a una apertura, a una comunicación positiva con los otros seres humanos.

Sabemos que el encerramiento en uno mismo, genera problemas más o menos graves.

El llamado "egoísmo" puede reducirse precisamente a un problema de encerramiento y falta de comunicación.

El Principio otorga importancia al hecho de ir positivamente a los otros y complementa con «no perjudiques a otros».

La enseñanza sobre la acción solidaria es una de las más antiguas de la humanidad. Veamos el siguiente caso:
Un discípulo preguntó a Confucio: "¿Cuál es el hombre bueno?"

El maestro respondió: "Puedes llamar hombre bueno al que ves por sus acciones buenas. Si un gobernante se desvive por su pueblo y sólo hace por él, puedes llamarlo bueno. Pero más que bueno es santo aquél que se fortalece primero en el conocimiento y luego lo da a otros. Aquel que consigue beneficios y luego lo da a otros. Aquél que hace con otros aquello que quisiera que hicieran con él. Por ello, sin ser gobernante cualquier súbdito puede ser santo en su medida y esto no depende de su rango ni de sus posesiones".
                                                                Extracto de la trilogía "Humanizar la Tierra" . Silo.


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