lunes, 7 de noviembre de 2016

Postura corporal y estados anímicos.

La buena postura corporal favorece a las emociones y los pensamientos, lleva al aumento del dominio sobre sí mismo en la vida cotidiana, pues tiende a restablecer el equilibrio entre mente y cuerpo. 



Es la forma más rápida para reconocer el estado anímico de una persona, pues este último lleva al cuerpo a una determinada posición. Basta observar a una persona alegre y otra deprimida para comprender la relación entre postura y estado de animo. Mantener la espalda en una postura recta incrementa la energía positivizando las imágenes y otorga seguridad en si mismo. En cambio, mantener una postura curva resta energía e incluso lleva a estados de tristeza.

Al comenzar a manejar las técnicas, se logrará modificar estados de ánimos negativos, al asumir las posturas corporales adecuadas como así también, cambios en la respiración. 

Para ello lo mejor será ejercitar el cuerpo y la mente de un modo simultáneo, mediante ejercicios simples que nada aportarán a la estructura muscular o a un aumento de la agilidad corporal, como lo harían el deporte o la gimnasia. No son técnicas modeladoras. Sólo ayudarán a que se reconozcan los puntos de autoconocimiento más débiles. 


Todos estos ejercicios producirán sus resultados tras unos breves minutos, al mantener la actitud corporal correcta. Recodar no es instantáneo. 

Técnica 1: De pie, como lo hace habitualmente imaginar una linea que pasa verticalmente desde la cabeza hasta el suelo. Observar si la cabeza esta mal colocada, si el pecho esta hundido, el abdomen fuera de sitio. Observar y memorizar los detalles. Luego realizar un dibujo sobre un papel de la propia silueta vista de perfil y marcar los puntos incorrectamente emplazados. Comprender que debe corregir. Ahora, nuevamente de pie, corregir todos los defectos. Cuando se considere haber adoptado la postura correcta, tratar de pegar los talones y espalda contra una pared. Observar y corregir. 

Técnica 2: Sentado en una silla, pegar los glúteos y espalda en el respaldo. Levantarse y sentarse varias veces, atendiendo si se mantiene la postura. Observar y corregir.

Técnica 3: Acostado, aflojar todos los músculos y observar si se ha quedado en la posición correcta. Poner atención en la cabeza y espalda.  Observar y corregir.


Practica hasta que adoptes el nuevo hábito de una buena postura y utilízala para ayudar a generar sentimientos positivos !!

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